POR: ANDRÉS FELIPE PEÑA QUINCHÍA
GRADO 1003
Los estudiantes de la IETAG junto
con nuestros maestros de Lenguaje y Literatura, coordinamos una salida
pedagógica a las instalaciones del banco de la República con el fin de
enriquecer nuestra área cultural. Nos trasladamos en un bus privado que muy
gentilmente nos ofreció su servicio. En nuestras expresiones se veía reflejado
el entusiasmo y la felicidad de llegar allí, explorar, conocer y cumplir con el
objetivo trazado.
Al término de la llegada fuimos
recibidos placenteramente por nuestro conferencista guía, quien inmediatamente
nos condujo al auditorio. Nos ubicamos en orden, donde indicó tomar una pequeña
pausa mientras coordinaba el paso a seguir.
La mitología de nuestros
antepasados fue el principal tema que se abordó en la conferencia, paso seguido
con la exposición de fotografías e historia de los niños que fuimos y finalizó
con un divertido espacio el cual nos refrescó nuestra época de infancia.
MITOS Y LEYENDAS: En el barco de los mitos y las leyendas, el
conferencista nos brinda su gran despliegue de conocimiento acerca de la
mitología colombiana que muy poco distinguimos. Nos explicó el origen, cómo se
produjeron, ubicación, desarrollo, etc. Uno de sus ejemplos que llamó la atención fue la leyenda de la
“Anciana Jaibana” que consistió en el pueblo de los Tucanos, quienes sufrían de
sed ya que sus fuente hídricas eran escasas. Un día en búsqueda de este gran
tesoro encuentran la cabaña de una anciana hechicera, quien los auxilia y les
ofrece una totuma rebosada en agua con la condición de no desperdiciarla, pero
no fue suficiente la advertencia. En la noche los invitó a que recibieran una
totuma con caldo de pescado que proporcionalmente debía ser repartido. Como
personas desagradecidas y ambiciosas, espiaron con el propósito de conocer el
lugar de donde ella se proveía de agua y peces diariamente. Lo único que
obtuvieron fue la destrucción de aquella fuente de agua que generó inundación y
dicho nacimiento del río Amazonas.
No debemos pretender que la
ambición nos lleve a la destrucción de nuestras riquezas, porque las riquezas
no deben ser preservadas para un día, sino para toda la vida.
EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍAS E HISTORIA:
En esta sección el conferencista
nos habló acerca de cómo era el prototipo de un niño para la época del siglo
XIX, nos dio a conocer ciertas características, comportamientos, actitudes,
rasgos, vestido, educación, vicisitudes, religión, que presentaban puntualmente
aquella época de la vida.
LOS NIÑOS QUE FUIMOS
La palabra infancia procede del
latín infans, que significa el que no habla. La infancia con el paso de tiempo
ha tenido un cambio inmenso en todos los aspectos.
·
VICISITUDES-DIFICULTADES:
Mientras la infancia de los de clase social alta fue estable y en las
frecuentes guerras encontraron diversión en los juegos, tuvieron una educación
elemental, la vida de los niños del común estuvo llena de inestabilidad
familiar, el maltrato, bajas condiciones de salud y escasas esperanzas de vida
debido a la pobreza, además se vieron involucradas como mensajeros e incluso
combatientes. Eran habituales los severos castigos físicos porque creían que
así podían educar a sus hijos. Hacían parte del trabajo en el campo y en las
nacientes industrias urbanas.
·
MODERNIZACIÓN DE LA INFANCIA: Debido a
las grandes cifras de mortalidad infantil a finales del siglo XIX se empezaron
a enseñar nuevas formas y prácticas para el cuidado infantil, como a la vez
promover la lactancia infantil y las vacunas. En el siglo XX se empezaron a
implantar hábitos para aseos en los sitios de estudio y recreo. La cruzada
civilizadora impulsó manuales de urbanidad. Muchas entidades se unieron para
proteger a la niñez desamparada.
·
ESTUDIAR,
JUGAR, REZAR Y TRABAJAR: El país acogió novedades pedagógicas, de la caja
de arena se pasó a la pizarra y de esta al cuaderno de papel. A pesar de esto
Colombia tenía una de las tasas de analfabetismo más altas de América Latina.
Los niños se entretenían con juguetes fabricados artesanalmente. En algunas
ocasiones podían disfrutar del teatro o de algún circo. En el siglo XX
conocieron la gimnasia y los deportes, los que tenían una estabilidad económica
pudiera unirse a los scouts.
Aprendían a rezar
desde pequeños, las madres enseñaron el cristianismo, a rezar al levantarse, al
iniciar la jornada escolar y antes de acostarse. A algunos los obligaban a
alejarse de su familia para ir a escuelas abiertas por los misioneros. El
trabajo infantil era muy común, los niños debían ayudar en las labores del
hogar, la agricultura, la ganadería y minería. En el siglo XX salían a laborar
en las calles como voceadoras, emboladores y vendedores. En 1931, la
organización internacional del trabajo prohibió a los menores de 14 años
trabajar.
CÓMO NOS DIVERTIAMOS ANTES: Después de una ardua y sustanciosa
jornada de exposición teórica, procedimos a realizar actividades lúdicas y
competitivas, recordando la apreciada y tan anhelada etapa de la infancia.
Había otro estilo de vida y por
ello los juegos eran diferentes, más creativos y con elementos simples. Les
gustaba compartir, salir a jugar al aire libre, a las escondidas, la lleva,
ponchado, trompo, canicas, coca, etc.